La constante exposición que tienen nuestros ojos hoy en día a las pantallas, ya sea de teléfono y principalmente de las computadoras, es causante de varios problemas de visión en una gran cantidad de personas.

Los monitores de las pantallas ocasionan que tus ojos se sequen, que el parpadeo sea menos constante y que, en consecuencia, pueda comenzar a doler la cabeza, sentir fatiga ocular o que no enfoquen bien. Incluso otros temas físicos, como el dolor del cuello y la espalda, están asociados a este fenómeno en cierta medida.

Es por ello que resulta importante considerar algunos consejos para que tus ojos nos sufran tanto durante tu jornada laboral.

En primer lugar, intenta configurar tu pantalla lo mejor posible. Lo ideal es tener un monitor que te permita ver adecuadamente, pero que no resulte demasiado brillante. El constante brillo lastimará más tus ojos y una luz más tenue hará que tengan que esforzarse más para enfocar.

También considera disminuir el contraste. La diferencia de brillo excesiva entre un elemento y otro dentro de tu monitor puede estresar tus ojos.

Ajustar el texto de tu pantalla será de mucha ayuda para que tus ojos puedan estar relajados. Aumenta el tamaño del mismo hasta un punto donde sea cómodo leer y no tengas que esforzarte demasiado para trabajar.

No dejes de tomar descansos en varias ocasiones durante el día. Esto permitirá que tus ojos se despejen. Puedes salir un momento, cerrar tus ojos o concentrarte en otra tarea que no involucre de tu monitor. Con 5 minutos en cada ocasión bastará para que tus ojos descansen.  

No olvides parpadear. Está comprobado que mientras más tiempo pasamos frente a un monitor, menos parpadeamos. Toma como costumbre mirar un punto fijo lejos de tu pantalla y ejercita tus músculos. También es buena idea cerrarlos y mantenerlos así por unos segundos.

Por último, realízate un chequeo regular con un oftalmólogo, de esa manera podrán medir tu presión ocular y revisar tus ojos para que puedas conservarlos con buena salud durante mucho tiempo.

Pon en práctica estos consejos y verás cómo tus ojos te lo agradecerán. Si necesitas una consulta, puedes programar una cita con la Dra. Kathia Oliver Fernández.